Betty Álvarez, cantautora española de género pop cristiano, presenta el segundo sencillo de su nuevo disco, «Mi Niña».
Esta canción está basada en el pasaje bíblico de Ezequiel 16 y 37, en el que Dios representa a alguien que encuentra a una niña recién nacida, abandonada y a punto de morir. El Señor libra al bebé de una muerte segura y decreta que viva, y así la niña va creciendo. «Mi Niña» nos muestra nuevas dimensiones del amor y la fidelidad de Dios hacia nosotros. Con su dulce voz, Betty canta una melodía emotiva que declara que «Dios nos ama, nos tomó cuando estábamos a punto de morir y decretó que viviésemos y aunque le dimos la espalda, El sigue siendo fiel y sigue esperando nuestro regreso, dispuesto a borrar todas nuestras rebeliones presentes, futuras y pasadas».
Junto al sencillo, la cantautora lanza simultáneamente el video musical oficial de Mi Niña. El video está protagonizado por la niña del pasaje bíblico en Ezequiel. En él vemos que esta niña crece y se hace muy hermosa, pero se aleja de Dios, queriendo ser dueña de su propio destino, utilizando la belleza recibida de Dios y confiando en sí misma. «Este pasaje está referido al pueblo de Israel, pero no debemos perder de vista que esta niña podríamos ser cualquiera de nosotros, que habiendo sido rescatados por Dios y llamados a glorificarle, innumerables veces le damos la espalda flirteando con el mundo y pisoteando su nombre. Sin embargo, lo más sorprendente es que por encima de nuestra decisión de olvidarnos de Dios está su decisión de acordarse de nosotros, siempre dispuesto a borrar nuestras rebeliones», comparte ésta talentosa intérprete, quien además desarrolló el concepto del video.
Prestando atención a los detalles que enriquecen la narración de la historia contenida en el vídeo, Betty señala que uno de esos detalles es un collar que aparece a lo largo del mismo.«[El] collar es regalado por el Padre a la niña y simboliza el amor. En un momento dado, la niña lo desprecia y cuando se da cuenta de su error, Dios se lo vuelve a colocar en el cuello y ella lo acepta. Fijaos que al final del videoclip yo misma llevo puesto ese collar».
Betty confiesa haberse sentido nerviosa durante el rodaje del video por ser este el primero en sus años de ministerio. «Fue una buena experiencia, con bastantes nervios ya que no estaba segura de cómo saldría». Sin embargo, el arduo trabajo y convicción del mensaje de la canción es evidente en el resultado final.
Actualmente, Betty se está dando a conocer en diferentes partes del mundo a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Y prontamente estará sirviendo en una campaña evangelística de una semana de duración en las Islas Canarias, una invitación en la que trabajará mucho pero que a la vez asegura que disfrutará.
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